El paseo recrea un recorrido por la Alcalá de Henares medieval (siglos XII a XV). El burgo de San Justo, luego Alcalá de Henares, se estableció en torno al lugar en el que la tradición decía que habían sido enterrados los mártires Justo y Pastor. Las ventajas de todo tipo que ofrecía la recién reconquistada tierra de Complutum atrajeron a muchos colonos, que pasaron a depender del señor jurídico de la ciudad: el Arzobispo de Toledo. Pronto llegarán los judíos, atraídos por la seguridad y el respeto que los ordenamientos de Alfonso VI de Castilla establecían hacia esta comunidad religiosa. También los moros o mudéjares, es decir, los habitantes de los reconquistados lugares que permanecieron fieles a sus creencias musulmanas. De esta manera se fue definiendo -como ocurrió en gran parte de Castilla- Alcalá de Henares como un conjunto urbano donde las tres culturas convivieron hasta el momento de las injustas y arbitrarias expulsiones de los siglos XV y XVII.
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